Orígenes del Yawara-Jutsu

Semántica y orígenes del Yawara-Jutsu y Ju Jutsu

El combate cuerpo a cuerpo a corta distancia, contra un oponente armado o desarmado tenía entre otras denominaciones: Sumai (Sumo), Yoroi Kumiuchi (combate con armadura), Yoroi Kogusoku (combate con armadura y Tanto) y Yawara, denominación establecida por el Maestro Kamakura Ushogui, fundador de la Escuela Ushogui Ryu Yawara Jutsu

En los Koryu Bujutsu (Escuelas Samurais) del antiguo Japón, el Yawara era una disciplina anexa a las otras disciplinas y asignaturas principales, tales como el Yari Jutsu (Manejo de la lanza), Ken Jutsu (Manejo de la espada), Ba Jutsu (equitación) y el Kyu Jutsu, (Manejo del arco)

Kyu-Jutsu

Adentrándonos en la Semántica japonesa el ideograma Ju,  en japonés antiguo (katakana) se leía como yawara y significa suave. 

Verbos como yawaragu, suavizar o yawarageru, hacer de manera suave, nos acercan a la idea japonesa, en la que el combate cuerpo a cuerpo era considerado suave en comparación con el  enfrentamiento armado.

Tras siglos de evolución y por una clara predilección por el Aiki en el combate cuerpo a cuerpo, a partir del siglo XVII o periodo Edo,  se empezó a denominar al combate cuerpo a cuerpo como Ju Jutsu. También hay que tener en cuenta que en el japonés moderno (Romaji) muchos ideogramas (Kanjis) se  cambiaron o modificarón  en su interpretación antigua y también en su  pronunciación.

ORÍGENES DEL YAWARA-JUTSU

   A finales del siglo XI (era Heian) y principios del siglo XII (era Fujiwara), nace en Okiro, prefectura de Noshiro (Honshu) KAMAKURA USHOGI. A la edad de trece años pierde a sus padres en un trágico incendio. Su tio KATSUYUKI USHOGI, sacerdote shinto del templo de Kashima en la región de Kanto, es quien se encarga de su educación y custodia. Durante años KAMAKURA reside en el templo de Kashima, estudiando y formándose en diversas artes.

   En aquella época era muy frecuente encontrarse a guerreros samurais (bushi), solicitando refugio y cobijo en los templos shinto así como en los budistas. Muchos de aquellos samurais, decidían en ocasiones, descansar largas temporadas después de prestar sus servicios a algún señor feudal (daimyo), otros lo hacían para hacerse curar las heridas recibidas en alguna batalla o enfrentamiento, también muchos samurais (ronin) que se quedaban sin señor al que servir, aunque la mayoría acudía a los templos para practicar la meditación como vía y búsqueda del espíritu.

En pago a su alojamiento y comida, los samurais solían enseñar a los monjes, la práctica de algunas armas guerreras de la época, (katana, yari, kuy, etc). Es de esta manera como KAMAKURA comienza a tener sus primeros contactos con las artes marciales. Durante años se ejercita en la practica y manejo de la katana y el yari.

   Cuando cumple veintinueve años, KAMAKURA abandona el templo de Kashima, atraido quizás, por historias y leyendas que le son contadas por viajeros y forasteros que pasan por su templo, de retorno de viajes de otras regiones y lugares del mundo. KAMAKURA, viaja por China, permaneciendo varios años, estudia caligrafía y Medicina Tradicional China, más tarde se traslada a Mongolia. En su estancia en estas tierras, un día, cuando viajaba por el interior del país, observa a un grupo de guerreros mongoles, ejercitándose en la práctica de una extraña lucha sin armas. Este curioso sistema consistía, en luchar contra el adversario, aprovechando su fuerza e inercia, para de éste modo proyectarlo o evitarlo. También se realizaban técnicas de palancas , estrangulaciones y golpes muy precisos con codos y rodillas, con la idea de inmovilizar al oponente, casi siempre sobre el propio suelo.

   KAMAKURA, queda sorprendido por aquella extraña lucha sin armas, de su eficacia y la contundencia de sus técnicas. Decide practicarlo y estudiarlo durante algún tiempo. Más tarde a la edad de 55 años, KAMAKURA, regresa a Japón.  A su llegada, KAMAKURA puede comprobar que su país parece no haber cambiado mucho. Se siguen sucediendo las guerras feudales por los distintos territorios y Japón sigue siendo un lugar cerrado al resto del mundo y sus acontecimientos.

   Se instala por un tiempo en la ciudad de Fukoka (Kyusho), donde más tarde conoce a la que sería su esposa. Un día y con el propósito de dar a conocer el sistema de lucha aprendido en su estancia por tierras mongolas, pide permiso en el Templo de Homan Sinja, para realizar una demostración. El público asistente queda muy sorprendido, especialmente un prestigioso Samurai llamado SABURO. Este invita a KAMAKURA, a repetir la demostración en el castillo del clan TAKEDA, donde SABURO, presta sus servicios como Samurai. Días más tarde KAMAKURA repite la demostración en el Castillo de Clan Takeda, enfrentándose a varios de sus mejores guerreros. La demostración fue brillante, venciendo KAMAKURA a sus tres oponentes armados. TAKEDA DAIMYO, jefe feudal del Castillo, pregunta a KAMAKURA, qué nombre recibe su sistema de lucha de manos vacías; éste le responde: "YAWARA-JUTSU, el arte de dirigir el espíritu a través de la suavidad”.

   A partir de entonces, el arte de KAMAKURA, cobra una importancia especial  y se convierte en asignatura obligada de estudiar en los muchísimos Koryu Butjutsu (antiguas escuelas samurais). KAMAKURA es solicitado como instructor en distintos clanes, donde enseña las depuradas técnicas de su revolucionario sistema. Para el Samurai de la época, el YAWARA-JUTSU, supondría una alternativa muy interesante en su disciplinada e intensa formación militar.

   Cansado y bastante mayor, KAMAKURA, junto a su familia, decide trasladarse a su pueblo natal:Okiro, en la prefectura de Noshiro. Allí funda ayudado por su hijo, su propia Escuela (USHOGI RYU YAWARA-JUTSU DOJO), donde prosigue trasmitiendo entre sus primeros alumnos la enseñanza y filosofía de su sistema.

   Durante siglos,  la escuela de Kamakura y el legado dejado a sus descendientes fueron  referencia esencial para muchos otros maestros japoneses, que con el paso del tiempo,  crearon  e idearon otros sistemas marciales inspirados en los principios básicos y técnicos del YAWARA-JUTSU. 

   A partir de la era Meiji (año 1.868), y la modernización del Japón, los clanes Samurais empiezan a disolverse y extinguirse. Estos cambios, tan importantes, alteraran notablemente la vida social y política del país. Estos cambios también afectan a las escuelas marciales antiguas, desapareciendo muchas de ellas y otras sufriendo modificaciones muy importantes. Hasta entonces las artes marciales antiguas, habían formado parte del entrenamiento profesional y militar, que el Samurai recibía durante su vida.  Sus técnicas eran aprendidas y depuradas para resolver distintas circustancias en la batalla o el  enfrentamiento directo con el oponente. En esta nueva era moderna, las artes marciales son enfocadas a otra clase de practicantes (no guerreros), con una  idea o filosofía más orientada a los torneos y encuentros deportivos.

   Después de la Segunda Guerra Mundial y el fatal destino del pueblo japonés, las artes marciales japonesas llegan a prohibirse durante un periodo de tiempo. Años más tarde, levantada la prohibición de su práctica, muchas de éstas escuelas marciales modernas, deciden cruzar las fronteras y divulgar su práctica y enseñanzas en otros países. Artes como el KARATE, KENDO, JUDO, AIKIDO, etc (codificaciones modernas de antiguas artes guerreras medievales japonesas) llegan a Occidente, llevando consigo una cultura poco conocida en  muchos países.

   En 1.970, el Maestro YENSAI USHOGI, (32 Soke), de la USHOGI RYU YAWARA-JUTSU y descendiente directo del fundador del YAWARA-JUTSU, KAMAKURA USHOGI, decide revivir el espíritu de la Escuela, que en esos momentos se encuentra casi extinguida, con un pequeño y reducido grupo de maestros y alumnos afines a su herencia. Un año más tarde, funda la ASOCIACION INTERNACIONAL JAPONESA DE YAWARA-JUTSU. Los fines que persigue ésta asociación son culturales-históricos y de nuevo ponen en proyecto la idea de divulgar  la práctica del YAWARA-JUTSU, enfocando ésta a otra clase de practicantes pero manteniendo principalmente el espíritu guerrero antiguo, su practica disciplinada y profunda y la filosofía del BUSHIDO.

Yensai Ushogi

   El Maestro YENSAI USHOGI, contacta con otras escuelas marciales antiguas y más tarde presenta un proyecto al Ministerio de Cultura Japonés para que de alguna manera se financie a estas escuelas antiguas, pues suponen una parte esencial e importante de la historia medieval japonesa y corren peligro de extinguirse en esta nueva era moderna.

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